Lejos de casa

Mi nombre es Laiz Villarroel, y en el 2011 viví en México por 6 meses. Durante este periodo, además de estudiar y recorrer Monterrey, que es la ciudad donde vivía, por supuesto que no podía dejar de recorrer lo más posible el país con el que había soñado desde que era una niña.  Esta vez quiero contarles acerca del viaje que emprendí por el Día de muertos a Guanajuato y Aguascalientes. La verdad es que no tenía planeado ir a estas dos ciudades, todo se dio porque en el periodo que yo estuve en México, había muchos problemas en el estado de Michoacán, y mi viaje estaba planeado para Pátzcuaro, una isla muy famosa por su tradición de Día de muertos . Tenía todo preparado para ir a allá: bus, hostal, presupuesto para la comida, paseos, etc. La universidad, tal vez previniendo que los estudiantes internacionales nos dirigiéramos hacia Pátzcuaro, nos sugirió evitar, en lo posible, viajes a Michoacán. Nos recomendaron Guanajuato, entonces en cuestión de días tuve que replantear todo mi viaj

Recuerdo un día cualquiera, en un día soleado, encontrarme en mi habitación mientras los rayos del sol entraban por mi ventana. Me encontraba del otro lado del mundo, en una cultura totalmente diferente a lo que conocía. ¿Qué me trajo acá? Yo lo llamaría destino. No lo busqué, no lo imaginé, sucedió. Y de repente me encontraba muy lejos de casa. ¿Cómo ha sido? En cuanto a emociones, una montaña rusa. Por un lado, descubrir este nuevo mundo, colorido, multi cultural, intrigante, asombroso y por otro lado, sumergirme en los desafíos de esta extraordinaria cultura. Conocí el amor y este me demostró que para el sentimiento más sublime no existen fronteras. Uno de los regalos más grandes que me ha traído esta aventura es una búsqueda interna, un conocimiento personal que me llevó a descubrir aspectos de mí misma que desconocía. Uno de los retos más grandes, la adaptación a una nueva forma de vida, de comportamiento. La delgada línea entre respetar y amar la cultura sin dejar de ser yo misma