Mi maternidad lejos de casa
En México se estila mucho, aunque creo que poco a poco va perdiendo fuerza, el que las abuelitas maternas estén muy presentes durante el post parto de sus hijas, apoyándolas en todo momento y enseñándoles, sin ese afán, a sobrevivir a los primeros días de maternidad. En mi caso, así fue. Mis miedos, mis hormonas y los detalles que hacían falta por instalar en la casa que acabábamos de comprar Juanjo y yo en Mexicali , nos obligó a pasar con mi mamá el primer mes de post parto y primer mes de vida de Fer. Tuve la fortuna de tener su apoyo en ese difícil mes y es que no podía ser diferente, pues mi mamá y yo somos muy apegadas. Por lo anterior y mucho más me ha costado bastante separarme de mi madre, vivir la maternidad lejos de ella y más aún separarla de su nieto. Ella es mi ejemplo y mi sensei . E lla y Fer son uno mismo, me era inevitable, cuando todavía vivíamos en México, no observar la complicidad que los envuelve y el lazo tan único que tienen. El salir corriendo a su casa p