Colaboración: DE COLOMBIA A ESPAÑA CON 17 AÑOS

Mi nombre es Natalia, soy de Cali, Colombia, con 17 años y en pleno inicio de pandemia en 2020, acepté una beca que me daba mi colegio para estudiar 4 años en Jaén, una pequeña provincia en Andalucía, un rincón que casi nadie conoce, pero que me ha regalado un sinfín de experiencias.

No puedo explicar con exactitud qué me hizo salir de casa, la carta de motivación para la beca la hice solo por curiosidad, jamás pensé que me la iba a ganar. Pero por dentro tenía unas ansias de aventurar y optar por salir de mi zona de confort, de hacer algo diferente. Sentía que dejaba pasar una oportunidad que no se iba a volver a presentar. No dimensioné lo que estaba haciendo, hasta el momento que despegué y veía como dejaba mi país. El viaje de diez horas parecía un sueño, no me creía que estuviera pasando por Portugal y solo faltaran dos horas para aterrizar en España. Al llegar, no pude comunicarme con mi familia, tenía que llegar al centro de Madrid para llegar al punto de encuentro con el BlaBlaCar que luego me llevaría a Jaén, entonces cogí un taxi y le dije que me llevara hasta el Intercambiador de Moncloa, yo no tenía ni idea de aquel sitio. Solo sé que el taxi me dejó ahí, y con dos maletas en pleno centro no sabía que hacer. Saqué fuerzas de donde no tenía y me tranquilicé, le pedí a una señora su teléfono para llamar al conductor, y así el caminó hacia donde estaba yo porque no fui capaz de comprender sus explicaciones.

Aventurando en otro continente he aprendido mucho, he tenido momentos difíciles pero otros muy buenos. Estar lejos del hogar, de la comida, de los amigos, no sentirte en tu ambiente es todo un reto, pero gracias a todo esto he podido darme cuenta de todo lo que soy capaz de hacer sola. El choque cultural es muy interesante, lo que es para mí un desayuno para ellos es una comida. Salir a las 3 de la tarde y que todo esté cerrado porque se toman muy enserio la hora de la siesta, el atardecer a diferentes horas, esto y muchas cosas diferentes a las que ya me he ido adaptando. A la gente le extrañaba que estuviera aquí sola a los 17 años, porque aquí terminan el colegio a los 18 como mínimo.

A raíz de que en 2020 las clases eran virtuales y mantenía encerrada, me sentía muy sola y me quise rendir muchas veces. Encima era invierno y yo desde otoño ya venía muriendo de frío, para mí era muy duro porque el clima de Cali es muy templado y caluroso, entonces me ponía mil capas encima y aún así seguía pasando frío. Pero me parece increíble vivir estas experiencias, vivir qué es el invierno que nunca hace en mi país, admirar los cambios de estaciones y vestirte diferente.  

Llegó el segundo cuatrimestre con la primavera, abrieron fronteras y volvimos semi-presencial a la universidad. Esto cambió todo, empecé a hacer más amigos y a viajar, fuimos a Málaga, a Sevilla, recorrí Madrid, visité Toledo y hasta turisteé por mi propia ciudad, Jaén, que por cierto está repleta de cuestas, cuestas que odié pero cada vez odio menos. En realidad no estaba acostumbrada a caminar, en Cali solo andaba en Uber para todos lados o en el carro de mis padres. Aquí aprendí a andar, ahora parezco una hormiguita para arriba y para abajo, ya no me da tanta pereza. Pasé de ir a la universidad en autobús a ir caminando en las mañanas y hay 40 minutos desde mi casa (eso sí, acompañada porque sino me aburro). 

Con todas las asignaturas aprobadas (que esto me parecía imposible), fui a Colombia a pasar el verano. Esta vez valoré cada pequeño detalle, mi comidita, mi familia, mis amigos. Viajé por segunda vez este Septiembre para empezar mi segundo año, esta vez fue muy diferente porque ya me sabía desenvolver con mayor facilidad, y sabía que iba a hacer otro año de muchas buenas experiencias. Y así es, ya he hecho de esta ciudad andaluza mi segundo hogar. Desde que tienes la oportunidad de conocer de lleno otra cultura, vivirla día día, conocer a personas de otros países que están llenas de cosas para enseñarte, viajar, probar cosas a diario que no sabías que existían, retarte a ti misma a hacer las cosas sola y adaptarte, no quieres que la experiencia se termine nunca.  







Comentarios

Entradas populares de este blog

Colaboración: DE CANCÚN A BRUSELAS POR KRIZIA

Colaboración: FERNANDA EN PAKISTÁN