Las 5 señales que me indicaron que mi hijo se ha adaptado a nuestra nueva vida

Las 5 señales que me indicaron que mi hijo se ha adaptado a nuestra nueva vida

Hola gente bonita 💗!!! Hoy decidí hablarles de mi toddler, mi hijo Fernando y su experiencia viviendo lejos de casa. El día que Juanjo y yo pusimos las cartas sobre la mesa respecto a la mudanza, claramente recorrimos todas y cada una de las posibilidades, y como en ¨check list¨, anotamos los pros y los contras, siendo conscientes de todo lo que desataría este gran cambio. La respuesta a la pregunta ¿Qué futuro queremos para nuestro hijo?, fue la clave para tomar la decisión definitiva. Y así, unos pocos meses después ya estábamos tomando el avión con nuestras maletas llenas de sueños y oportunidades. No niego haberme sentido aterrada de dejar toda una vida atrás y no saber como mi hijo reaccionaría ante el cambio, pero la emoción de vivir esta experiencia me sobrepasaba; Fernando, por su parte, se mostraba ansioso por la aventura, aunque realmente no entendía que pasaba, sus ganas de descubrir que seguía lo mantenían muy feliz. 

Fueron cinco las señales que hicieron percatarme de que Fer ya se había adaptado a nuestra nueva vida. La primera, aceptar el horario; a pesar de que las primeras noches fueron de ¨jet lag¨ total, se acostumbró al horario bastante rápido. La segunda, demandar salir a pasear y conocer el camino de regreso a casa; desde que descubrió que la mayoría de nuestras actividades serían caminando, es imposible tenerlo inactivo. La tercera, su paladar; me dejé llevar por la dieta mediterránea y comencé a adelantar la introducción de alimentos que no tenía contemplado ofrecerle todavía, como los mariscos en general (los mariscos juegan un papel importante en la cocina mediterránea), ahora mismo prefiere el marisco, antes que cualquier otra proteína. La cuarta, pedir que lo lleve a la escuela; en septiembre del año pasado inició su aventura por el maternal, los primeros días lloró, pero para mi sorpresa al quinto día ya no volteaba siquiera a verme para despedirse, hoy en día me habla de lo mucho que quiere a su seño Ana (si así como lo leen aquí no es miss, maestra, profe, aquí es seño, por lo menos en maternal). La quinta, hablar con acento y palabras almerienses. Ahora la que se tiene que adaptar a su forma de hablar, soy yo.

En conclusión, lo único que necesitan nuestros hijos es que nosotros como papas los tratemos con mucho amor, les demos seguridad, nuestra convivencia sea sana y que a pesar de cualquier adversidad, ellos no dejen de sentirse protegidos por nosotros. Si tu le transmites felicidad, tu hij@ feliz será.

Saludos,
Alma Karina

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