Los 5 hábitos que me ayudaron a mejorar la rutina de sueño de mi hijo

Holaaa 💓!!! El criar a nuestr@s hij@s supone un desafío diario para cualquier padre o madre y me atrevería a decir que el crearles una rutina de sueño es de los retos más difíciles. Otro de los grandes cambios en nuestro estilo de vida al llegar a España, fue el de modificar la rutina de sueño que anteriormente llevaba a cabo con mi hijo Fernando.

Debo confesar que su anterior rutina de sueño no era la mejor, pues siento que el resultado no era tan exitoso, sin embargo, algún hábito lo sigo llevando a la práctica y otros los he pulido y perfeccionado.

Estos son los  hábitos que actualmente implemento para mejorar la rutina de sueño de mi toddler:

1. Una ducha antes de ir a dormir. Esta actividad es una de las que sigo realizando, pero ahora que mi hijo es más grande y consciente me funciona mejor, ya que llega a relajarse significativamente y lo relaciona como parte de su rutina para ir a dormir.

2. Silenciar por completo la casa. Definitivamente es uno de los hábitos que adquirí al llegar a España. Cuando vives en una casa independiente como en la que vivíamos en México, no eres consciente del ruido que haces. Actualmente vivimos en un departamento ubicado en el quinto piso, con vecinos al lado, arriba y abajo, donde las paredes son como el papel y los sonidos se agudizan. Esta situación nos ha obligado a ser más silenciosos, (aunque Fernando no logra entenderlo del todo) y gracias a esto, conforme llega la noche, la casa se vuelve muda, algo que le viene muy bien a mi hijo para dormir y yo no tomaba en cuenta.

3. Encender el difusor. Este nuevo hábito es uno de los que más disfruto. En navidad mi papá nos regaló algunos aceites naturales junto con un difusor que funciona como humidificador, difusor de aroma, luz nocturna y cuenta con cinco variaciones de sonido diferentes. Antes de duchar a mi hijo enciendo el difusor, lo lleno con agua y algunas gotas de aceite de lavanda. La lavanda tiene propiedades equilibrantes que calman la mente y el cuerpo favoreciendo una noche de descanso. 

4. Un masaje antes de dormir. Después de ducharlo y recostarlo en su cama acostumbro a darle un masaje en sus piesitos y pecho, sin lugar a duda es su momento favorito y la mejor manera de terminar su día.

5. Apagar todas las luces. Cuando Fernando era más pequeño yo tenía una obsesión por dejar alguna luz encendida, ya fuera la de una lámpara, televisión o incluso la del baño, sentía que sin luz no sería capaz de darme cuenta si algo lo perturbaba de noche. Hoy en día a la hora de dormir la casa se queda oscura por completo y mi hijo ya se acostumbró a eso, tanto así que hasta el mismo me lo pide.

No hay algo más agotador que no dormir bien, y peor si es porque nuestros hij@s no duermen bien, para esta problemática ya existen profesionales que pueden orientarte al respecto. Si no puedes permitirte el contratar a alguien, te recomiendo que implementes nuevos hábitos y pierdas el miedo a experimentar un cambio de rutina, con paciencia y creatividad lograrás encontrar la rutina de sueño que tu hij@ necesita.

Saludos,
Alma Karina

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