Aceptando el Coronavirus/ Colaboración: EL AUTISMO EN TIEMPO DE PANDEMIA POR PSIC. YANINE PLASCENCIA
Los trastornos del
espectro autista (TEA) son un grupo de trastornos del neurodesarrollo que se
manifiestan en la infancia temprana y que persiste a lo largo de toda la vida, caracterizados por algún grado de alteración del comportamiento
social, la comunicación y el lenguaje que afectan la
capacidad para desempeñarse en la escuela, el trabajo y otras áreas de la vida.
En la actualidad, uno de cada 160 niños tiene un TEA, los cuales comienzan en la infancia y tienden a persistir hasta la adolescencia y la edad adulta.
Estos son algunos de los signos de alerta que presenta una persona con TEA:
- No
señalar los objetos para demostrar su interés.
- No mirar
los objetos cuando otra persona los señala.
- Tener
dificultad para relacionarse con los demás o no manifestar ningún interés
por otras personas.
- Evitar el
contacto visual.
- Tener
dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para
hablar de sus propios sentimientos.
- Repetir o
imitar palabras o frases.
- Tener
dificultades para expresar sus necesidades.
- Repetir
acciones una y otra vez.
- Tener dificultades para adaptarse cuando hay un cambio en la rutina.
Un diagnóstico e intervención antes de los 3
años ha demostrado mejorar notablemente la calidad de vida de las personas con
TEA. Si observas los signos antes mencionados en tu hijo es importante acudir
con un grupo de especialistas (pediatra, psicólogo, neurólogo) para confirmar
el diagnóstico y comenzar con el plan de intervención adecuado a sus
necesidades.
Existen muchos tipos de tratamientos y
como comentaba, van a variar dependiendo de las necesidades de cada persona. Las
más comunes son: terapia conductual, terapia de lenguaje, terapia física y/o neurorehabilitación, inclusión
educativa y tratamiento farmacológico.
Cómo puedo
ayudar a mi hijo desde casa:
La familia juega un papel primordial al
hablar del éxito en el tratamiento de una persona con TEA, ya que es necesario
que los padres, hermanos y cualquier familiar que este en constante interacción
con el menor refuercen todo lo trabajado durante los distintos tipos de
terapias.
Desde casa podemos llevar una agenda
diaria, semanal y mensual (solo si hay alguna actividad relevante dentro del
mes) de actividades a realizar, sin importar que tan grandes o pequeñas sean
estas actividades, ya que hasta el más mínimo logro es un paso adelante. Es
importante que estas agendas y calendarios sean visualmente atractivos y fácil
de manipular por el propio menor.
Las actividades pueden ir desde
levantarse, tender la cama, levantar los juguetes, ir al baño, lavarse los
dientes, sentarse a comer, la hora de recreación, realizar la tarea, etc.
Los pictogramas son de gran ayuda ya que
dan una pauta visual de la actividad a realizarse, los cuales son sencillos de
realizar en casa.
Abajo dejo un link con más información y
una aplicación para realizar tus propios pictogramas.
Actividades que puedo realizar en casa durante el confinamiento:
Hay que recordar que las personas con TEA gustan y sienten seguridad al tener una rutina bien estructurada, tal cual lo hacen en terapia y es por esto que en casa debemos seguir con el mismo estilo de trabajo, aun cuando no este asistiendo a sus terapias habituales.
Si sientes que es necesario, no dudes en pedir apoyo al o la terapeuta, ya que es la persona que mejor conoce la forma de trabajar del menor.
Ejemplos de actividades:
- Rompecabezas.
- Juegos de mesa.
- Agrupar objetos por color, forma, tamaño.
- Soplar burbujas.
- Realizar bolitas de papel por colores para después soplarlas sobre la mesa con un popote una a una.
- Estimulación sensorial con diferentes texturas (arroz, frijol, lentejas, harina, agua, etc).
- Botellas sensoriales.
Si es posible, involúcralo en las
actividades diarias como la limpieza (barrer, trapear, sacar la basura, lavar
los trastes, lavar y acomodar la ropa limpia), así como también en la
preparación de la comida, poner los cubiertos en la mesa a la hora de cenar.
Pueden establecer en su agenda un horario
especial para dar un paseo al patio, azotea o de no ser posible, es válido
hacer un recorrido dentro de la casa.
Estas actividades por sencillas que
parezcan deben realizarse con apoyo y/o supervisión y hay que recordar siempre
reforzar las conductas deseadas y objetivos cumplidos.
Esto ayudara a reducir los niveles de
ansiedad del menor y de toda la familia para sobrellevar el confinamiento.
Yanine Plascencia
Psicóloga con Entrenamiento en Terapia Cognitiva Conductual
Fuentes:
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