Colaboración: MI EXPERIENCIA VIVIENDO LEJOS DE CASA POR BRENDA LOPEZ


Mi nombre es Brenda Lopez, tengo casi 6 años viviendo lejos de casa. Todo comenzó en Mayo del 2014 cuando debido al trabajo de mi esposo nos reubicamos en Estados Unidos de América, mas específicamente en Texas. Vivimos ahí cerca de 4 años y medio.

Como mi primera experiencia fue relativamente sencilla. Estábamos recién casados, sin hijos y listos para la Aventura. Teníamos la facilidad de tomar un vuelo de 3 horas y estar en casa cuantas veces quisiéramos en el año, además la diferencia de horario solo era 2 horas.

El adaptarnos fue sencillo. Conocimos rápidamente a mexicanos en nuestra misma situación e hicimos un excelente grupo de amigos en un par de meses.

A su vez, nos fue relativamente sencillo encontrar todos los ingredientes y productos a los que estábamos acostumbrados, debido a la gran comunidad Latina en el área. Aun con estas facilidades, se extrañan los puestos de tacos, salir con amigos y la familia. Conforme pasa el tiempo la distancia también hace un poco de estragos en las relaciones; se pierden algunas, se crean nuevas. Aprendes a valorar lo que realmente es importante y te motiva. Las cosas pequeñas de la vida se vuelven lo más importante.

Después de muchos cambios y 3 años fuera, extendimos la familia con nuestra pequeña hija y nuestro mundo se centró en ella. Nos era difícil no compartir ciertos momentos con sus abuelos y tíos por la distancia, pero sabíamos que estando donde estábamos en ese momento podíamos ofrecerle más que en México. Además, después de tanto tiempo fuera Texas se sentía más como nuestro hogar que México. Ahí habíamos comenzado nuestro matrimonio y nuestra familia. 
Brenda y familia

Ya con nuestro bebe de 1 año, la situación en Estados Unidos no parecía mejorar. Siendo mexicanos, que, aunque no nos iba mal, nos ponía en una desventaja. Había que revaluar donde creíamos que nuestra familia tendría mejores oportunidades. Después de buscar en varios lugares en Estados Unidos y algunos otros países, cuando no buscamos más nos cayó una rara oportunidad. A mi esposo lo buscaban para trabajar en un país donde había estado de intercambio hacia casi 10 años: Los Países Bajos. 

Yo no sabía nada de vivir en este país, no sabía el idioma, costumbres, comida, etc. No conocía a nadie que viviera cerca, y tenía mis dudas de hacer un salto tan grande con mi niña. Después de investigar bastante, ver todo lo maravilloso que aporta este país. Decidimos aceptar y mudarnos al país de los molinos y los niños más felices del mundo.
Con mucho más miedo que la vez anterior, vendimos todas nuestras pertenencias y nos mudamos 2 meses después. En esta ocasión fue más difícil viajar con nuestra beba de casi año y medio. Adaptarnos al horario, tomar clases de un idioma difícil (aunque todos hablan inglés), conocer nuevos amigos (es más difícil hacer conexiones con un bebé inquieto a tu lado) y, sobre todo: la comida.

La comida acá tiene poco sabor comparada con la comida mexicana. Los ingredientes mexicanos son difíciles de conseguir y son caros. Tienes que encontrar un punto medio y disfrutarla.

La diferencia de horario fue lo que nos ha costado más trabajo esta vez. El mantener el contacto con las personas que queremos se vuelve difícil para encontrar horarios en que todos estemos disponibles.

Debido a lo anterior, intentas integrarte más a la nueva sociedad en la que vives, buscas trabajo, amigos, actividades grupales. Tuvimos la oportunidad de acudir en varias ocasiones al centro de “expats” e incluso algunos meses estuve de voluntaria en un grupo para niños; en el cual se hicieron la mayoría de los vínculos para nuestras nuevas amistades. Sin embargo, la conexión no siempre es igual, y a pesar de que se dice que hay un gran grupo de mexicanos en esta área no siempre haces “click” con todos ellos. Es cuestión de seguir intentando y las cosas se dan naturalmente no importa de dónde seas. Está bien establecido para todos los que nos mudamos de fuera que es difícil entrar a un círculo social holandés. Son personas privadas en ese aspecto, ya tienen su círculo social y no les interesa mucho expandirlo. Muchas anécdotas de nuestros conocidos son de cómo lo lograron después de 4 o hasta 8 años, que para nosotros como mexicano que hacemos amigos con facilidad nos resulta impresionante.

Brenda y su hija

En el tema del trabajo, que para mí personalmente fue lo más desafiante. En las áreas de trabajo que he trabajado el idioma que domina es el inglés, ya que te comunicas con gente de distintas nacionalidades y países. Por lo cual no esperaba tener problemas para conseguir trabajo en un par de meses. Cuál fue mi sorpresa, que a pesar de que mi nivel de inglés fuera muy bueno, no me contrataban debido a que mi nivel de holandés era muy bajo (aunque no lo fuera a utilizar para mis actividades). A su vez me comentaban que no tenía experiencia en Europa o que era muy “americana”. A comparación de mi esposo que no le pidieron ni una palabra de holandés debido a su profesión. Esto a mí me resultaba frustrante. Yo estaba acostumbrada a trabajar 40 horas a la semana, inclusive siendo mamá. Ahora mi atención estaba solamente en ser mamá y me dejaba un hueco de todo lo demás que yo podía realizar. Después de 1 año de búsqueda, expandí un poco mi búsqueda y al fin comencé a trabajar.

Ya estando en una situación más “estable” me di cuenta que estábamos esperando a nuestro segundo bebé. Aquí fue donde la distancia tuvo el golpe más fuerte. Estar en un embarazo distanciada de tus apoyos más básicos, con todos los cambios por los que pasa tu cuerpo se vuelve un reto. En momentos como este aprendes que puedes ser más fuerte de lo que creías; aprendes a ser creativa en maneras que no esperabas.

Solo me queda decir que puedes haber vivido la experiencia de estar lejos de casa 1, 2, 3 o 5 veces y cada vez será diferente, cada persona lo sentirá distinto. Es una manera de vivir muy distinta y se requiere de cierto tipo de personalidad y aspiraciones, pero no es imposible. Todas esas personas que viven en un país distinto a su país natal, no se está solo, siempre habrá alguien allá afuera con quien te vas a identificar y la vida se verá más sencilla cada vez.


 Brenda Lopez



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