Colaboración: MI EXPERIENCIA VIVIENDO LEJOS DE CASA POR FERNANDA NEGRETE
Conocí a mi esposo en el 2014, ambos estabamos de intercambio universitario en Guadalajara, México. Él es español y yo michoacana.
Yo fui con un visado de estudiante a hacer un diploma en turismo y él con un visado de trabajo a empezar de cero. Lo complicado de tomar esa decisión fue: darme cuenta del riesgo que estabamos tomando, decir adiós y empacar mi vida en 2 maletas (me había mudado muchas veces dentro de México pero esto no era lo mismo).
Todo fue volver a empezar una vez más y volver a decir adiós.
Han sido unos meses muy enriquecedores: adaptarme a la comida y horarios no fue tan fácil como en Canadá pero me encanta; hablar el mismo idioma es un plus pero aún así he tenido que modificar mi vocabulario; vivir a unas calles de la tranquilidad del mar es increíble, aunque algunas veces echo de menos el ajetreo de una gran ciudad; la conexión que he hecho con mis ahora amigos y familia fue inmediata, la gente me ha hecho sentir como en casa desde que llegué.
Han sido unos meses muy enriquecedores: adaptarme a la comida y horarios no fue tan fácil como en Canadá pero me encanta; hablar el mismo idioma es un plus pero aún así he tenido que modificar mi vocabulario; vivir a unas calles de la tranquilidad del mar es increíble, aunque algunas veces echo de menos el ajetreo de una gran ciudad; la conexión que he hecho con mis ahora amigos y familia fue inmediata, la gente me ha hecho sentir como en casa desde que llegué.
Sin duda lo que más extraño de mi tierra es a mi familia, amigos y la comida, aunque con la comida me las he ingeniado muy bien y me encanta probar con los ingredientes que encuentro aquí.
Vivir lejos de casa no es fácil pero es muy emocionante y creo que ninguna otra experiencia te enseña más a valorar y conocerte a ti misma como ésta
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Fernanda Negrete
Fernanda Negrete
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