Colaboración: MI EXPERIENCIA VIVIENDO LEJOS DE CASA POR MAYELA

A los 24 años me fui de voluntaria a la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud) en Río de Janeiro. Brasil siempre había sido mi sueño y por fin lo logré con mis propios ahorros (por supuesto mis papás me apoyaron mucho también, una vez que me fui). Mi plan era ir un mes y me quedé 3. Me hice muy amiga de los dueños del hostal al que llegué y me permitieron quedarme sin pagar alojamiento ni comida, lo intercambiaba con ayuda en el hostal, lo cual fue padrísimo porque me encantaba convivir con los extranjeros que llegaban de huéspedes. Desde ahí, me di cuenta que quería conocer otros países, otras culturas.
Con la mente puesta en volver a Brasil a estudiar una maestría, regresé a México, según yo, a arreglar mis papeles y todo, pero oh sorpresa!, conseguí un trabajo muy cool que me hizo tomar la decisión de quedarme ahí; además estaba en mi país, con mi familia, con mis amigos y ahora con un buen trabajo. Meses después me reencontré con un chico con el que salía 3 años atrás (en aquel entonces, un día no supe más de él), pero la vida da muchas vueltas, nos reencontramos y terminamos juntos, así que mi regreso a Brasil ya no estaba en mis prioridades.

Entonces en enero de 2018 nos pagaron un viaje de una semana para venir a escoger donde vivir y ver la universidad donde yo estudiaría (él vendría con visa de trabajo pero yo tenía que conseguir la de estudiante) su empresa nos apoyó en todo momento, incluso a mi con los trámites para la visa de estudiante, etc.
Así que en marzo de 2018, con dos maletas cada quien y solo el pasaporte, llegamos a Austria, con vuelos de regreso, sin saber si podríamos conseguir las visas (para él ya era más que seguro, pero mientras no la tuviera en sus manos, no estaba nada escrito). Sobre todo en mi caso, fue muy difícil con la documentación en México, fechas de entrega, etc., pero al final se logró, todo se acomodó y creo que cuando Dios dice sí, es sí. Y en mayo ya teníamos ambos nuestras visas y ya no regresamos a México.
Hoy me doy cuenta que son ya casi dos años y medio de eso y se me ha pasado muy rápido pero ha sido una experiencia muy padre! Él ha ido más seguido a México por trabajo, yo solamente en navidad. Hemos tenido la oportunidad de viajar mucho, lo cual me ha encantado.


Ha sido un reto muy padre, sobre todo el idioma, pero todo se ha ido dando gracias a Dios. No sabemos cuales son los planes a futuro, si nos quedaremos acá o no, pero el camino se irá mostrando poco a poco, como hasta ahora. Definitivamente es algo que volvería a hacer una y otra vez, a veces dan miedo los retos, pero una vez que te das cuenta de lo capaz que eres, hasta disfrutas la vida de otra manera. :)
Mayela
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