Aceptando el reto que conlleva el vivir lejos de casa

Vivir lejos de casa es todo un reto y una decisión que pocos nos atrevemos a tomar: 

Es salir de tu zona de confort. Tal vez estabas acostumbrado a tener tu propio coche y ahora tienes que trasladarte en transporte público; probablemente renunciaste a algún ¨trabajo seguro¨ en tu país y ahora te has visto obligado a trabajar en algo ajeno a tu profesión. Créeme, eso no es ir para atrás, eso es salir adelante, madurar, aprender y valorar/añorar aún más el momento en el que, en el país al que te tocó emigrar, consigas eso que antes tenías o hacías. 
En mi caso, fue dejar en pausa mi vida profesional, para convertirme en mamá a tiempo completo.

Es empezar a vivir una vida que hasta poco antes era completamente ajena a ti e incluso inimaginable. Seguro observas paisajes sumamente distintos a los que estabas acostumbrado a ver; o has tenido oportunidad de estar en sitios que jamás imaginaste. 
Yo no imaginaba hace algunos años que podría ir caminando a prácticamente todos los lugares sin tener que requerir de un coche o que tendría la playa a menos de 10 minutos de mi casa.

Es empezar desde cero. Dejaste familia y amigos en tu país, pero quién dijo que no se pueden crear lazos reales o hacer click con personas en el país que te recibe; quizás vendiste todo lo que tenías para emigrar, pero quien dijo que no podrás volver a conseguirlo.
En particular, me he llevado sorpresas muy gratas conociendo gente nueva en Almería, he creado lazos muy bonitos y amistades muy reales.

Es llegar a aprender otros idiomas. Puede que te llegues a sentir abrumado por no entender nada el idioma que se habla en el país al que emigraste, pero que oportunidad el poder enriquecerte agregando un idioma más a tu vida.

Es encontrarte en constante autodescubrimiento. Llegarte a sorprender por habilidades y cualidades que tienes y no sabías que tenías, es muy satisfactorio.
Yo en particular, sigo auto descubriéndome y eso me encanta.

Es aprender a vivir lejos de los tuyos. Es de lo más difícil, pero gracias a la tecnología se hace más llevadero.
Hago videollamada todos los días con mi mamá y créeme aminora la distancia bastante.

Es evolucionar. Conseguir adaptarte a una cultura y país distinto al tuyo, venciendo el miedo a lo desconocido, es una forma de evolucionar.

Migrante, no desesperes, lo estas haciendo bien, el camino lejos de casa es lento pero satisfactorio. Lo importante, es aceptar el reto que conlleva el emigrar y sacarle provecho a cada desafío que se te presenta.

Alma Karina

Comentarios

Entradas populares de este blog

Colaboración: DE CANCÚN A BRUSELAS POR KRIZIA

Colaboración: FERNANDA EN PAKISTÁN

Colaboración: DE COLOMBIA A ESPAÑA CON 17 AÑOS