Colaboración: UNA BOLIVIANA VIVIENDO EN ITALIA POR LAIZ

Hola a todos y todas, mi nombre es Laiz Villarroel y soy boliviana, pero actualmente vivo en Italia.

¿Cómo llegué aquí? 

Pues de hecho la historia es bastante curiosa, algo larga, por lo que voy a tratar de resumirla al máximo. 

Fui con una beca a Monterrey en el 2011 (soy profesional en turismo, amo los idiomas y conocer distintas culturas…esta información es importante para después) fue ahí que casi por error conocí a mi actual esposo. 

Nos conocimos justamente la última noche de mi estadía en México y no, no fue amor a primera vista, pasaron meses y muchas idas y venidas entre Bolivia e Italia para poder formalizar nuestra relación (tuvimos una relación a distancia durante 5 años, pero las complicaciones de todo eso, hacen una historia completamente diferente) fue así que en el 2015 decidimos terminar la relación. Si, así como lo leen, pero ¿entonces?... 

Pasaron solo 7 días de esa decisión para que el fuera a Bolivia, desde Italia, a pedirme matrimonio. Mi respuesta fue obvia...le dije que no, porque yo no quería mas una relación a distancia, ni dejar cosas suspendidas…quería vivir tranquila y saber si era mas tranquila y feliz sin él. 

Fue así como me vi en uno de esos momentos de la vida que una debe tomar decisiones, de esas que te cambian la vida por completo. 

El jamás dejó de estar en contacto conmigo, y tuvieron que pasar meses antes de que tuviera otra oportunidad para demostrarme que sus intenciones eran reales y sobre todo si estaba convencido de lo que me estaba diciendo. 

Es así que él fue a Bolivia, vivió ahí por unos 3 meses (todos en mi familia y amigos lo adoran, es un gran hombre) y me propuso matrimonio por segunda vez, y entonces fue que dije que sí. 

Muchas personas me preguntan ¿por qué le dije que no la primera vez, si al final me termine casando con él? Pues, por la simple razón de que no quería que la simple voluntad suya de casarnos me convenza a mí de que era lo correcto, sobre todo porque sabía lo que ese “si” implicaría y quería estar “lista”. 

Fue con el tiempo, y sobre todo el primer año viviendo en Italia, que me hizo entender que hay cosas para las que uno nunca esta listo, sin importar cuanto lo desees, cuanto lo hayas soñado, nadie dijo que seria fácil, pero tampoco te dicen lo difícil que puede llegar a ser.





¿Cómo fue el proceso?

Recuerdan que les dije que soy profesional en turismo, que amo los idiomas y conocer otras culturas (además ya había vivido lejos de casa anteriormente). 

¿Qué podía salir mal?... Pues esto va para todas esas personas que están luchando con su proceso de adaptación, no solo a una nueva cultura, idioma, estado civil, cambios de hora, cambios alimenticios, o la distancia de tus seres queridos. Chicas y chicos esto no es fácil, sin importar que siempre haya sido tu sueño, salir de la zona de confort es siempre difícil. 

Cuantas veces he escuchado, y seguramente muchos de ustedes también: “pero ¡es lo que querías!” “la debes estar pasando bien ¿no? ¡Estas cumpliendo tu sueño! “¿De qué te quejas? Si tú fuiste la que quiso irse” y casi casi una se siente culpable esos días que no la pasa bien, esos días que “no está disfrutando” esos días en los que nos da mal de patria y lo único que quieres es ver a tu familia. SI ESTAS PASANDO POR ESO…ES NORMAL Y NO, NO TE ESTAS VOLVIENDO LOCA O LOCO

Es todo parte del proceso, y es normal que extrañes a tus amigos, a tu familia, tu comida, el novio, lo que sea que extrañes y eso no quiere decir que no estas valorando el hecho de estar cumpliendo tu sueño; eso no quiere decir que toda la vida vas a estar triste y que jamás te vas acostumbrar ni mucho menos que no valga la pena, solo quiere decir que amas y extrañas tu país y personas que te aman y extrañan también. 

Recuerdo muy bien que al principio la gente me preguntaba (seguramente por mi cara de tristeza XD XD) si extrañaba a mi familia, y yo decía que si con una profunda tristeza, pero poco a poco esta ciudad, este país, se volvió también mi hogar donde: he hecho hermosas amistades; creado nueva familia; aprendido tanto que ahora, cuando me preguntan si extraño a mi familia, digo que sí (porque los amo y jamás los voy a dejar de extrañar) y con una sonrisa agrego, pero eso no quiere decir que no sea feliz aquí. 

Amar, integrarte y vivir el lugar donde te encuentras, no quiere decir traicionar a tu país u olvidar a los que te aman. Quiere solo decir que tu mundo se esta expandiendo, y para que eso pase, son necesarias sacudidas, de prejuicios, de costumbres, de comodidades, de miedos y esas sacudidas duelen, pero es todo parte del proceso.

¿Qué ha sido lo más difícil? 

Lo más difícil, en mi caso, ha sido empezar TODO desde cero. A veces puede ser muy frustrante y cansado y uno tiende a cometer el error de idealizar situaciones que “seguramente serian mejores en mi país” creo que la idealización de relaciones y temas laborales son de los obstáculos más grandes por los que atraviesa una persona que vive lejos de casa. Pensar recurrentemente que: “estaría mejor en una situación diferente” en lugar de vivir de manera diferente la situación en la que se encuentra. 

Como parte de ese proceso de adaptación y parte fundamental de tomar las riendas de mi situación, mi esposo y yo hemos logrado poner en pie una escuela de idiomas clásicos(latín y griego) yo me encargo de las redes sociales, la imagen, fotografía y ambos organizamos los eventos y excursiones.

 ¿Qué es lo que más se extraña?

Cada vez que voy a Bolivia y lleno mi maleta de productos típicos de mi país, me doy cuenta de que no son los sabores que meto en la maleta, no son productos; son momentos, son personas y recuerdos. El almuerzo del domingo, la sazón de mi mamá, los abrazos y apapachos de cada uno de ellos. Lo que más extraño es por supuesto aquello que es irremplazable, a mi familia.

 ¿Cuánto tiempo llevo viviendo lejos de casa? 

Son 3 años al sur de Italia, en una pequeña ciudad llamada Montella.

Laiz

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