Colaboración: UNA ECUATORIANA EN EL MEDIO ORIENTE POR PAOLA
Conocer a David, el que hoy en día es mi esposo, sin duda cambió mi vida, ya llevamos 8 años juntos.
Me daba un poco de miedo al principio, pues no tenía idea lo que era tener un novio piloto, tenía mucho miedo a los aviones pero poco a poco fui superando ese miedo. Recuerdo mi primer vuelo juntos en Galápagos, David volaba y yo era su copiloto, desde ese día no quise desaprovechar ninguna oportunidad de conocer el mundo 🌍.
David había aplicado a finales del año 2016 a una aerolínea en Qatar, lastimosamente las cosas no salieron, pero el nunca desistió.
El momento más duro llegó al tener que irme de casa, la despedida, llena de mucho miedo y tristeza, dejaba gran parte de mi vida: familia, amigos, nuestra comida .. 🥺muchas cosas pasaron por mi mente...
Llegué a Kuwait después de un viaje largo muy largo, muy ilusionada por ver a mi esposo (habían pasado 3 meses sin vernos ), lo primero que hicimos fue ir a caminar por la ciudad, casi me muero al sentir el calor tan fuerte, lo podría describir como estar a lado de una brasa de pollos, me pregunté... ¿Dónde estoy? 😅
Adaptarme no fue fácil, al principio lloraba mucho, extrañaba mi familia, la comida, no hablaba nada de inglés. Ir al supermercado era una odisea y siempre terminaba comprando mal las cosas. La pasaba sola, pues mi esposo volaba.
La ropa llegó a ser un problema, no podía usar nada muy provocativo, más bien tenía que ser conservador. Recuerdo que acompañé a mi esposo a cortarse el cabello y me senté a lado de un señor, quien se levantó de inmediato, entonces me dijeron que lo hacían por respeto y que nadie podía sentarse a lado de una mujer que no sea su esposo.
Después de 2 años y medio, llegó la parte más dura, nuevamente tenía que emigrar, esta vez de Kuwait. Dejé otra vez mi casa, amigos que se volvieron familia, y tuve que decirle adiós a un lugar que ya no era desconocido como al principio para mi. Dubái sería nuestro nuevo destino.
Adaptarme a Dubái fue más sencillo. Llevamos un año y meses en nuestro nuevo hogar, un año un poco difícil por todo lo que hemos vivido con la pandemia, pero a pesar de todo, debo destacar que Dubái me ha permitido realizar mis sueños, viajar, descubrir que puedo ser capaz de lograr muchas cosas y aprovechar todas las oportunidades.
Dubái ahora es nuestra segunda casa.
Paola
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