Colaboración: MI EXPERIENCIA EN UNA RELACIÓN MULITCULTRAL Y SU IMPACTO EN MI VIVENCIA MIGRATORIA POR PISC. LAURA

Hola, me llamo Laura y después de 2 años viviendo en España donde estudié dos másteres, recientemente regresé a la ciudad donde he vivido la mayor parte de mi vida, Cuernavaca, Morelos.

Les cuento que también he vivido en Alemania y Luxemburgo debido a un intercambio que hice durante la carrera de psicología. Y, como cualquier persona fuera de su país de origen, los motivos para emprender un viaje internacional y los vínculos sociales que se forman, son determinantes en la experiencia. Así que el amor fue de gran ayuda para adaptarme a una cultura, idioma, climas, formas de celebrar, comida y muchas otras cosas de la cotidianidad que son distintas al país de origen.

La principal diferencia cuando viajé a España para estudiar los másteres, fue lanzarme a la aventura sin conocer absolutamente a nadie en la provincia de Almería. Dos meses después de haber llegado, conocí a quien fue mi novio. Al principio, cada uno vivía en su departamento, aunque poco a poco empecé a pasar más tiempo en el suyo hasta que tomamos la decisión de vivir juntos (vivimos pocos meses juntos porque, spoiler alert: terminamos, acabé el máster y regresé a México). Sus papás, un matrimonio rumano que había migrado a España con la intención de mejorar su calidad de vida, fueron muy empáticos conmigo porque entendían lo desafiante que puede ser mudarse a un país sin conocer a nadie, aunque su caso fue más complejo al tener que aprender un idioma muy diferente al suyo. 

La decisión de vivir en el extranjero y trabajar en conjunto por un proyecto de pareja, tiene un gran impacto en el desarrollo de la experiencia de la migración. En cambio, la incertidumbre del rumbo de la relación y el tiempo limitado de vivir en el extranjero, limita al desarrollo de la relación de pareja. Es como si la relación tuviera una fecha de caducidad... y eso es lo que me pasó a mí. Después del primer máster no sabía si iba a ser aceptada para estudiar el próximo, sentía que mi relación pendía de un hilo y la incertidumbre de despedirme de la ciudad, mis amigas y de mi novio, me tuvo inquieta por un tiempo. De eso aprendí a vivir en el momento presente y disfrutar de lo que tengo y a agradecer por las personas que me rodean, porque sólo tenemos control sobre hoy, mañana quién sabe.

Las vivencias en relaciones interculturales de amigas, junto con las de mis pacientes ayudan a conocer los choques, pero también los procesos para llegar a acuerdos sobre la actividades en el hogar, cercanía con familiares, formas de crianza y la construcción de la relación.

Me viene a la mente la frase "lo importante no es el camino, sino quien te acompaña". La vida nos puede presentar muchos momentos difíciles, pero también maravillosos. Por eso una relación implica la libertad para elegir ser y estar con las personas que estén dispuestas a estar en ambos momentos.

Laura 

Psicóloga 

Maestra en Investigación en Medicina y Ciencias de la Salud 

Maestra en Sexología