Colaboración: EL AMOR ME TRAJO A MADRID POR ALEJANDRA
Para contarles un poco de mi experiencia y que no suene como una historia aburrida decidí dividirlo en las cosas que más me gustan de vivir en Madrid y las cosas que menos me gustan o que más se extrañan de vivir lejos de casa.
Voy a empezar con
la parte que no es tan “padre” como decimos nosotros en México, porque
obviamente cualquier cambio es difícil y aunque en redes sociales vemos todo
como si fuera color de rosa, siempre hay algo que no nos va a gustar.
La calidez de la gente. Aunque me he encontrado con personas muy lindas en Madrid, sin
duda nadie sabe apapachar como lo hacemos los mexicanos. Somos personas
muy cálidas y amables, no todos, pero en su mayoría sí y aquí la gente
suele ser más fría, sobre todo en cuestión de servicios. No te sorprendas
si vas a un restaurante y el mesero te atiende con mala cara, o si alguien
te habla fuerte como si te estuviera regañando. He aprendido que no es
algo personal y simplemente son formas de ser de algunas personas, repito
que no todos porque también hay gente que te recibe con una gran sonrisa,
pero puede llegar a pasar.
La comida mexicana. Estaba dudando en poner este punto porque afortunadamente existen
cada vez más restaurantes y tiendas que ofrecen productos mexicanos de
gran calidad y son deliciosos. Hace varios años esto no existía, pero hoy
somos afortunados de poder comer unos buenos tacos o enchiladas o incluso
comprar unas ricas tortillas, aunque por supuesto el precio es mucho más
elevado que si lo comieras en México. A pesar de esto creo que lo que se
extraña es esa comida cotidiana que siempre estaba a la mano, por ejemplo
en casa siempre teníamos queso panela y oaxaca y bastaba con abrir el
refri y encontrarlos todos los días, a cualquier hora; o por ejemplo, en
casa de mi abuelita, todos los días había unos ricos frijoles y arroz con
ese sabor de casa, son las cosas que me hacen falta.
Los puestos de la calle.
Algo que extraño mucho es esa experiencia de ir
caminando por la calle y encontrar puestos de todo: los tamales con atole,
unos tacos de canasta, la señora de las quesadilla…, bueno, al final estoy
hablando nuevamente de comida, pero además se extraña ese ambiente de
fiesta, de conocer a todos, de respirar ese ambiente mexicano.
Empezar de cero. Cuando llegas a vivir a otra ciudad creo que es importante saber que lo que tenías en tu país de nacimiento probablemente no puedas volver a tenerlo y para todos la experiencia es diferente pero creo que sí es mejor llegar con la mentalidad bien puesta en que hay que empezar de cero. No es tan fácil que contraten a una persona de otra nacionalidad, al menos en España casi nadie te da trabajo si no cuentas con una residencia legal, también me he dado cuenta que además de la experiencia es muy importante la preparación pues piden mucho que cuentes con una especialidad. En mi experiencia dejé un trabajo que me gustaba mucho como reportera de deportes y actualmente me dedico a otra cosa, sin embargo eso no quiere decir que no se pueda lograr, pero sí hay que saber que volverá a costar tanto como en un principio.
La familia y los seres queridos. Por supuesto que no podía faltar este punto que en realidad es el número 1, porque por más feliz que seas, un pedacito de tu corazón estará siempre con aquellas personas que están lejos, pero aunque esto puede ser difícil también es muy bonito darte cuenta que a pesar de la distancia, el cariño y la amistad siguen y también es muy productivo saber que hay personas que se alejan, pero de todo se aprende. Afortunadamente la tecnología nos ayuda a sentirnos un poco más cerca pero creo que todos vamos a coincidir en que esta es la parte más complicada.
Ahora les voy a decir lo que más me gusta de vivir aquí y sin duda el número 1 es la calidad de vida, la seguridad de pasear por las calles incluso de noche. Como cualquier ciudad capital no estás exento de alguna situación peligrosa, pero no vives con el miedo de que todos los días te vaya a pasar algo. Lo segundo que más me gusta es el transporte público que aunque muchas personas lo critican a mi me parece limpio, ordenado y seguro, además de que te lleva a todos lados. Junto a esta calidad de vida también se valoran los servicios que se dan a los habitantes como el sistema de salud pública que sinceramente es mucho mejor de lo que tenemos en México. También disfruto mucho de las calles que tienen un toque especial con esos edificios antiguos y unos atardeceres muy bonitos.
Y bueno, lo que más
me gusta de vivir aquí es la razón que me trajo, formar una nueva familia,
aunque mi esposo es francés, nos conocimos en Madrid y decidimos empezar una
nueva vida aquí con una mezcla de culturas muy interesante entre franceses,
españoles y mexicanos que vamos aprendiendo de lo mejor de cada uno.
Esto es un poco de mi experiencia, prácticamente soy nueva en esto de vivir lejos de casa pero me estoy adaptando bien. Al final cada uno siempre lo vive de forma diferente, para algunos será mejor, para otros más complicado, lo importante es que siempre tengamos en cuenta una frase que escuché un día: “Nunca olvides tus raíces, ni la razón que te trajo aquí”.
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